La ilusión duró poco para Franco Colapinto en el Gran Premio de Hungría. Luego de una clasificación que lo había dejado en el puesto 14 y con buenas sensaciones respecto al rendimiento general, el piloto argentino vivió una carrera frustrante, marcada por errores propios y, sobre todo, por fallas del equipo Alpine que arruinaron cualquier intento de remontada.

La carrera de Colapinto

Todo empezó a desmoronarse en la largada. En la curva 2, Franco Colapinto perdió el control del monoplaza y cayó rápidamente hasta el 18° puesto. A partir de ahí, la carrera fue cuesta arriba. Pero lo peor llegó en la vuelta 15, cuando Alpine lo llamó a boxes: la parada se extendió durante siete interminables segundos. "My god", se lo escuchó decir con evidente desesperación al volver a la pista.

Lejos de corregir el rumbo, Alpine repitió el error en la vuelta 38 con otra parada lenta, sellando una jornada para el olvido. Colapinto terminó en el puesto 18°, solo por delante de Oliver Bearman, quien abandonó antes de la mitad de la competencia y de su compañero de equipo, Pierre Gasly quien fue penalizado. Así, el argentino cerró una fecha decepcionante, en la que Alpine volvió a exhibir limitaciones técnicas y operativas.

En lo más alto, la carrera fue dominada por McLaren. Lando Norris logró una nueva victoria y fue escoltado por su compañero Oscar Piastri, mientras que George Russell completó el podio. La sorpresa fue Charles Leclerc, que había partido desde la pole pero perdió rendimiento en el final y se quedó fuera de los tres primeros lugares.