Charlie Sheen, el actor estadounidense conocido por su papel icónico de Charlie Harper en ‘Two And a Half Men', llega a los 60 años este 3 de septiembre. Desde los 9 años mostró interés por la actuación, y con el tiempo se convirtió en una figura reconocida de Hollywood. Su participación en la popular sitcom, que se estrenó el 22 de septiembre de 2003 y concluyó el 19 de febrero de 2015, marcó un antes y un después en su carrera.

Otros roles que destacaron su talento

Además de ‘Two And a Half Men', Sheen tuvo diversos papeles en televisión y cine. Entre sus participaciones destacan "Silence of the Heart" (2004), un episodio en "Amazing Stories" y roles en series de los 90 como "Friends" y "Sugar Hill". Su primer papel protagónico importante fue en "Spin City", donde reemplazó a Michael J. Fox en las últimas dos temporadas, consolidando su versatilidad como actor cómico.

Éxitos, premios y salida polémica de la serie

Durante su tiempo en ‘Two And a Half Men', Sheen fue nominado en cuatro ocasiones a los Emmy y dos a los Globos de Oro. Sin embargo, su relación con el creador de la serie, Chuck Lorre, terminó abruptamente tras comentarios denigrantes por parte del actor, lo que derivó en su despido y la eliminación de su personaje de la trama. A pesar de esto, su interpretación de Charlie Harper sigue siendo recordada como un ícono de la televisión estadounidense.

Reflexiones personales y próximo documental en Netflix

Actualmente, Charlie Sheen se prepara para lanzar un documental sobre sus memorias en Netflix. Sobre su pasado con las drogas y el alcohol, comentó: "Sea cierto o no, me gusta pensar que la próxima dosis me mataría". También reflexionó sobre su proceso de perdón: "Cada vez son menos frecuentes, así que supongo que eso es un progreso. Lo interesante de pedir perdón es que la mayoría de la gente me ha dicho: ‘Sí, estamos bien, pero esperamos que tú también te hayas perdonado a ti mismo''. Además, recordó su manera de vivir la fama: "En mis fiestas, siempre decía: ‘Deja tus prejuicios en la puerta. Nada de dolor en el dormitorio. Y nadie puede morir'. Eran buenas reglas".