Netflix ha vuelto a poner en el centro de la conversación el caso de Belle Gibson con su serie Vinagre de manzana, protagonizada por Kaitlyn Dever. La historia retrata el ascenso y la caída de la influencer australiana que engañó a miles de seguidores al afirmar que había superado un cáncer con un estilo de vida saludable. Su fraude quedó expuesto, pero más allá del escándalo y las mentiras, hubo alguien más afectado: su hijo Oliver.

Un futuro lejos del escándalo

Desde que la verdad sobre su madre salió a la luz, Oliver ha llevado una vida alejada del ojo público. A pesar de la atención mediática sobre el caso, su historia ha permanecido en gran parte en la sombra. En 2019, durante una audiencia judicial, Gibson mencionó que vivía con su hijo en Northcote, Victoria, un suburbio de Melbourne, y que a principios de ese año habían viajado juntos a África Oriental en un viaje financiado por su entonces pareja, Clive Rothwell.

La historia de Oliver

Oliver nació en 2010, fruto de la relación de Belle Gibson con Nathan Corbett. Más tarde, Rothwell asumió un papel en su crianza cuando comenzó una relación con Gibson. Aunque su vida ha sido mayormente privada, la serie muestra algunas escenas impactantes, como una convulsión fingida por su madre en su fiesta de cumpleaños, un episodio que, según The Guardian, ocurrió en la vida real.

¿Dónde está hoy el hijo de Belle Gibson?

Con una infancia marcada por la controversia, Oliver parece haber tomado un camino distinto, lejos del escándalo que definió sus primeros años. Aunque su paradero exacto sigue siendo desconocido, todo indica que ha logrado mantenerse al margen de la historia que convirtió a su madre en una de las estafadoras más infames de la era digital.